Epigrama a Raquel
Si supiera cuan grande es mi enojo, no se atrevería siquiera a contestarme...
Pues no he sabido nunca de su historia y sin querer he escrito tanto para ella.
Mi venganza será la misma del poeta trapense, si a vos te hablo chavala de Managua, cuando en tus manos llegue el libro polvoso, de mi autoría y busques entre líneas poemas que nunca fueron plasmados para ti.
Maldita sea la hora en que te conocí y los días donde el Manuel Olivares, fue san Ildefonso para mí, ni Octavio Paz en cuclillas acaba la guerra que has prendido contra mi barricada de poemas y noches de verbena.
Ayer soñé contigo, estaba yo en uno de mis viajes cósmicos-culturales, por el norte de Nicaragua, quise entregarte mi amor, un amor que nunca se te volverá a entregar y justo ahí me entere de que tenías a otro que te amaba con ternura, más yo, mi bella criatura solo pretendo amarla con locura.
Te cambio tus cigarros por un ramo de buganvilias, tus achaques por una sonrisa y las penas por una botella de ilusión para ayudarte a comprender lo que es el verdadero amor. 3:00 de la madrugada y mi corazón siempre apunta a tu morada, mientras en esta cama blanca no quiero acabar sin palabras.
Carlos Bojorge.
Managua, 13 de Julio, de 2022.
3:00 A.M.
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